Arturo Civera llega al centro de Valencia tras dos proyectos anteriores en barrios periféricos de los que quedó satisfecho.

Su cocina es de espectro mediterráneo, lo que se refleja en la incorporación a la carta de platos tradicionales valencianos con ingredientes de calidad.

Utiliza ese gusto mediterráneo como tamiz para incorporar platos de cocina internacional, y es que Arturo lleva viajando y pasando temporadas en África durante los últimos veinte años, concretamente en Nigeria, lo que le ha sensibilizado especialmente con los fenómenos de fusión internacional ocurridos a raíz del hecho colonial.

Ha podido testificar en primera persona la evolución de la cocina de aquel país con conceptos importados que debieron ser reinventados para poder ser aceptados. Es lo que denomina cocina de coincidencia.

Coincidente le parece también y digno de integrar su carta, que puntos distantes del planeta tengan platos similares entre sí.

La cocina de Arturo es de corte informal y moderno, se encuentra en lo que define como la retaguardia de la vanguardia, una cocina algo menos atrevida que la tendencia más “in”, con unos sabores menos arriesgados por ser los platos reflejo de esos fenómenos de fusión que vienen funcionando desde ya hace tiempo en distintos países y que trae al restaurante siempre que sean perfectamente compatibles con el paladar del litoral valenciano.

La cocina de Arturo es una cocina en la que los platos derivan de un concienzudo trabajo de curiosidad, documentación y estudio histórico.